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Manga

El origen de la denominación Manga, se cree que, proviene del apocope de la voz Mangangá, denominación por la cual aparece mencionado en 1780 el pago, luego llamado Manga.

Según don Benito Tesore, conocedor de la historia del Manga y de sus hombres, en la zona, subsistieron en ella, hasta los primeros años de este siglo, varias mangueras de piedra de antiguos pobladores como los Vallejos, pero otros llegados posteriormente, consideraban que eran obras militares del tiempo de Artigas, que habrían sido construidas para contener el avance portugués.
Esgrimiendo esta presunción, lograron de las autoridades comunales que dos caminos de la zona llevaran la denominación Trincheras y del Fortín.

El premier poseedor de una chacra del Manga fue Esteban Artigas, hijo del capitán Juan Antonio Artigas, por donación del gobierno español.. En el Padrón Aldecoa, de 1772-1773 figura como viviendo con sus seis hijos de menor edad en el Manga, entonces llamado Pago del arroyo de Sierra, conocido con esa denominación por ser el apellido de un vecino de la zona.

La chacra “Mangafue” –así se llamaba- fue pasando a lo largo de los años por diferentes propietarios; uno de ellos, Marcos Drapple. Quien en febrero de 1834 ofrecía en venta su saladero conocido con el nombre de “Los Dos Hermanos, situado a 3 ½ leguas de Montevideo. La edificación constaba de dos construcciones una; de dieciséis habitaciones, un almacén, una carnicería, un “granero en alto” para depósito de cueros, sebo, lanas y granos y un galpón grande desalar con sus aleros. Otra con un enrejado de madera para apilar las carnes, con cuatro puertas de ventilación, y una caballeriza.

Según ”El Universal” “tenía buenas tierras de pastoreo y aguas, arboledas de sauces y membrillos y un cercado de pitas como para proteger diez fanegas de sementeras.
En el predio del Manga, puesto en venta en enero de 1834, existían también dos atahonas, un horno de ladrillos con estanque y un pisadero. El comprador fue Luís Fernández, que ya junto con su hermano José, habían estado vinculados al lugar por sus actividades, donde tenían a fines de siglo XVIII, una chacra, pulpería y atahona. La propiedad de esta chacra la mantuvo Luís Fernández luego del fallecimiento de José en 1819, heredándola Manuel Cifuentes, persona de arraigo en el Cordón, donde fue juez de Paz. En 1832, Cifuentes fue designado por la Junta Económico-Administrativa del departamento de Montevideo para integrar la Comisión de Educación Pública de Extramuros, junto con Matías Tort y Pedro Pablo de la Sierra. En el período1839-1841 fue miembro de dicha Junta y años después, en 1863, luego de haber residido en el Manga con su familia durante la llamada Guerra Grande, fue convocado para integrar dicho cuerpo comunal como suplente de Félix Buxareo.