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Un paréntesis en el Senado de la República para el reconocimiento.

Palabras pronunciadas por el Senador Ernesto Agazzi, en sesión del 10 de junio, relacionada con la culminación del Campeonato Uruguayo 2013-2014.

De acuerdo con lo resuelto por el Senado de la República, compartimos la versión taquigráfica de las palabras pronunciadas por el señor Senador Ernesto Agazzi, en sesión de fecha 10 de junio del año en curso, relacionada con  la culminación del Campeonato Uruguayo 2013-2014.  

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SEÑORA PRESIDENTA.- Continuando con la Media Hora Previa, tiene la palabra el señor Senador Agazzi.

SEÑOR AGAZZI.- Señora Presidenta: en esta Media Hora Previa quiero referirme a un acontecimiento que se dio en el marco del deporte nacional, con la importancia que esto tiene para la cultura de nuestro país y del Río de la Plata. Se trata de la culminación del Campeonato Uruguayo de Fútbol 2013-2014, que se dio con la final del último domingo entre Montevideo Wanderers Fútbol Club y Danubio Fútbol Club.

Fue una final completamente albinegra, de dos campeones -uno del Apertura y el otro del Clausura- de dos escuadras muy meritorias por su desempeño a lo largo del año. ¡Fue increíble! Empataron el partido, empataron en el alargue, empataron en los penales; ¡cualquiera podía salir campeón! ¡Fue una final épica de dos cuadros chicos, esforzados, luchadores y viriles!

Hubo cuatro jugadores expulsados por doble tarjeta amarilla, pero ninguno por jugadas de mala intención; no hubo problemas dentro ni fuera de la cancha. Fue una final con sentimiento popular, con sentimiento de barrio, en la que ambos cuadros pusieron todo lo que tenían y ambos pudieron ganar.

Danubio se originó como un cuadro de niños y de jóvenes; se dice que su fecha de fundación fue el 1º de marzo de 1932 y que tuvo un bautismo de equipo con el comienzo de las clases en ese año. Esos jóvenes discutían sobre dos cosas que debe tener un cuadro: el nombre y qué enseñas lucir. En realidad, fue la madre de alguno de estos jugadores, María Mincheff de Lazaroff, quien sugirió llamarlo Maritza porque era el río de Bulgaria donde ella se bañaba cuando era joven, pero los niños dijeron que ese era un nombre femenino y no lo aceptaron. Entonces, ella dijo: «Pónganle Danubio», que era otro río importante de su patria natal, nombre que sí aceptaron.

En cuanto a la camiseta, cabe destacar que tuvieron que hacer una rifa; había que juntar $ 4,36 para comprar doce camisetas y hubo un ciudadano que les compró diez números con la condición de que utilizaran la de Montevideo Wanderers, que había salido campeón el año anterior, en 1931. Así, se dio la paradoja de que la primera camiseta de Danubio fue la de Wanderers y esta final del domingo fue, precisamente, entre ambos equipos. Este cuadro tiene sello de barrios de trabajo y de trabajadores: de Maroñas, del Hipódromo, de Piria, de Villa Española, de Bella Italia, del Zabala. Desde su origen esa zona tuvo curtiembres, jabonerías, estación de tranvías, fábricas textiles, metalúrgicas, marmolerías, barracas, ladrillerías, etcétera, y su gente es laboriosa y de sacrificio. Con el empuje y el apogeo que tuvo el fútbol en aquellos momentos - Uruguay había salido campeón en los Juegos Olímpicos de 1924 y de 1928, y había ganado el Campeonato Mundial en 1930- el club surgió como expresión social de lo local, de las redes que unen a los ciudadanos en los barrios con esa cultura barrial y esa idiosincrasia rioplatense.

Esta fue una final de cuadros chicos, esos que tantas alegrías nos están dando en el marco de esta gran industria de servicios -millonarios servicios- que es el fútbol. Danubio tiene antecedentes, ya que fue campeón en las Ligas del Parque Rodó, del Cordón, del Barrio Olímpico, del Reducto y de la Liga Centenario; luego tuvo distintas Divisiones, hasta que en esta oportunidad suma una cuarta estrella a su escudo.

Galeano dice: «La historia del fútbol es un triste viaje del placer al deber. [...] Por suerte todavía aparece en las canchas, aunque sea muy de vez en cuando, algún descarado carasucia que sale del libreto y comete el disparate de gambetear a todo el equipo rival, y al juez, y al público de las tribunas, por el puro goce del cuerpo que se lanza a la prohibida aventura de la libertad».

Esto es lo que hicieron los dos cuadros que jugaron la final.

¡Felicitaciones a las dos escuadras de carasucias por la final que protagonizaron; al campeón Danubio, a su equipo, a su capitán, al Director Técnico y a la Directiva del Club!

Señora Presidenta: solicito que la versión taquigráfica de mis palabras sea enviada a la Directiva de Danubio Fútbol Club, a la Directiva de Montevideo Wanderers Fútbol Club, a la Asociación Uruguaya de Fútbol, a la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales y al Municipio F.

Es cuanto quería manifestar.

SEÑORA PRESIDENTA.- Se va a votar el trámite solicitado por el señor Senador.

(Se vota:)

-20 en 22. Afirmativa.

Aunque está fuera del protocolo de la Cámara de Senadores, adhiero a las palabras del señor Senador Agazzi, porque también soy hincha de Danubio Fútbol Club.